El Plan Nacional de Electromovilidad en el Perú emerge como una estrategia visionaria en la lucha contra la contaminación ambiental y la promoción del desarrollo sostenible. Sus objetivos principales incluyen reducir la huella ambiental del parque vehicular, lograr que al menos el 20% de las ventas de vehículos nuevos sean eléctricos y/o híbridos para 2030, y democratizar el acceso a los beneficios de la electromovilidad.
Para impulsar la transición hacia vehículos electrificados, el plan propone medidas como la exoneración de impuestos, la creación de un tercer horario de tarifa eléctrica y fortalecer las redes de electricidad. Estas acciones no solo buscan promover el uso de vehículos más limpios, sino también generar impactos positivos en la sociedad peruana, como la reducción de la contaminación y la mejora de la calidad del aire.
Además de los beneficios ambientales, la electromovilidad se proyecta como una fuente de oportunidades económicas, con la creación de una nueva industria, generación de empleos formales y aumento de ingresos para las familias. En el sector automotriz, la adopción masiva de vehículos eléctricos e híbridos transformará la movilidad y generará beneficios económicos al impulsar la innovación y la competitividad en la industria.
El Plan Nacional de Electromovilidad no solo busca abordar los impactos negativos del parque vehicular en el medio ambiente, sino que también representa una oportunidad única para impulsar la economía y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, marcando un paso crucial hacia un futuro más próspero y sostenible.