Resolver el problema de la inflación en forma permanente, sin poner en riesgo las posibilidades de crecimiento, es el gran reto de la ciencia económica en los países en desarrollo. Un análisis serio de la inflación exige superar el tradicional debate sobre si ésta se origina, inevitable y exclusivamente, por fenómenos monetarios y excesos fiscales o por presiones de costos. La realidad es mucho más compleja que los estereotipos.
De acuerdo a la advertencia del Fondo Monetario Internacional, la economía global se acerca un poco más a la recesión para el 2023, situación preocupante por la inflación y el impacto de la guerra en Ucrania. En el Perú, la tendencia creciente de la inflación se muestra con mayor claridad en las tasas anuales. En 1971 la inflación anual fue de 7.6%, en 1978 llegó a 73.7% (dos dígitos), en 1983 a 125% (tres dígitos) y en 1990 a 7,639.5% (cuatro dígitos), debido a una expansión excesiva de gasto público.
Los problemas globales de oferta, la rápida recuperación mundial y el incremento internacional de los precios de combustibles y alimentos que el Perú adquiere del exterior impactaron sobre el nivel de precios de la economía. En 2021, la inflación se ubicó por encima del rango de meta de inflación (1 a 3 por ciento) a partir de junio, cerrando el año con una variación interanual de 6,4 por ciento, mayor a la tasa de 2,0 por ciento registrada en 2020 (1,9 por ciento en 2019). Los rubros que más aportaron al incremento de los precios entre ambos años fueron los alimentos con alto contenido importado, los combustibles y los afectados por la depreciación del sol.
Indacochea (1992) menciona que la inflación es un lugar común del lenguaje actual. Se la define como el aumento continuado y sostenido en el nivel general de los precios de los bienes y servicios de una economía. Sin embargo, en sentido estricto, el alza de los precios es la consecuencia de la inflación, y no la inflación misma. La inflación es el aumento del circulante (cantidad de dinero que maneja el país) sin un crecimiento correspondiente de bienes y servicios. Es el resultado del desequilibrio entre lo que una sociedad produce y lo que ella exige.
En inflación los precios no varían simultáneamente en la misma dirección o proporción. De ser así, la inflación no perjudicaría a nadie, y no habría interesados en mantenerla. Es un estado de guerra económica, en el que los precios aumentan en forma desigual, y cada uno de los grupos pretende favorecerse a costa de los otros, sin conseguir una ventaja permanente como resultado de las variaciones en los precios relativos y en los gastos totales. La inflación produce cambios definidos y característicos, tanto en la producción total como en la distribución de la renta.
Adicionalmente, una tasa de inflación elevada es perjudicial para el desarrollo económico porque impide que la moneda cumpla correctamente sus funciones de medio de cambio, de unidad de cuenta y de depósito de valor. Asimismo, los procesos inflacionarios distorsionan el sistema de precios relativos de la economía lo que genera incertidumbre y desalienta la inversión, reduciendo la capacidad de crecimiento de largo plazo de la economía. Las alzas generalizadas y continuas de precios de los bienes y servicios, perjudica principalmente a aquellos segmentos de la población con menores ingresos debido a que éstos no tienen un fácil acceso a mecanismos de protección contra un proceso inflacionario.
Las teorías más conocidas que explican la inflación son: 1) déficit fiscal y emisión monetaria y 2) modificación de precios básicos y presiones de costos. (Ferrari). Por consiguiente, en el Perú, se asocia con la segunda teoría debido a que la mayor variación de precios durante 2021 ha sido producto de un fenómeno global, que se explica por problemas de oferta y la rápida recuperación de la economía mundial, luego de los confinamientos para contener la pandemia del COVID – 19. Entre los factores de oferta que contribuyeron a la inflación están los mayores precios internacionales de los commodities, en particular del petróleo y de algunos alimentos, como el trigo, el maíz y el aceite de soya. Al aumento de tales cotizaciones se suma el mayor costo de los fletes marítimos, fertilizantes químicos y otros insumos. En el ámbito local, la elevación del tipo de cambio acentuó el alza de los precios locales de productos con componentes importados.
Entre los alimentos que contribuyeron más a la subida de la inflación se encuentran la carne de pollo, los aceites y el pan, relacionados a los aumentos de los precios internacionales del maíz, la torta de soya, el aceite de soya y el trigo, respectivamente. Además, se incrementó el valor de las comidas fuera del hogar, lo cual reflejó el aumento en los costos de los insumos alimenticios, así como la mayor demanda por el relajamiento de las medidas de restricción frente a la pandemia, y el avance de la vacunación.
En abril la inflación en Lima Metropolitana fue casi 8%, la cifra más alta en 24 años y muy por encima del rango meta establecido entre 1% y 3%. Ello se explica principalmente por el fuerte incremento de los precios internacionales de los combustibles y los alimentos. Entre diciembre del 2002 y abril de este año, el petróleo, el trigo y el aceite de soya más que duplicaron sus precios.
Entre los factores externos que impulsaron el alza de las cotizaciones, destaca la rápida recuperación global de la demanda, problemas logísticos, condiciones climáticas adversas, y la invasión rusa a Ucrania. Además, contribuyeron factores internos como la incertidumbre política, el deterioro de la confianza en la economía y la mayor conflictividad social.
En 2022 en la Región Cusco la inflación llegó a 11.27%, según INEI. Más de 200 de los productos de la canasta básica integrada por 411 alimentos subieron de precio como la cebolla china, ají, papa, pan, entre otros. El incremento permanente de los productos de la canasta básica familiar en la región imperial es un alza sostenida que afecta la economía familiar.
Esta situación de aumentos de precios en fertilizantes afecta la producción local y los precios a los consumidores. El impacto se transmite a través de dos canales, por un menor uso de fertilizantes, lo que afecta los rendimientos de los cultivos; o por un traslado directo de los costos hacia los precios a los consumidores.
REFERENCIAS:
- Indacochea, A. (1992) Finanzas en inflación. ESAN, Lima.
- Ferrari, C. (1991) Inflación Perú. Fundación Friedrich,1ª edición, Lima
- INEI (2022). Variación de los Indicadores de precios de la Economía. Informe Técnico.
- BCRP (2022) Reporte de Inflación: Panorama actual y proyecciones macroeconómicas.