El estado nutricional de las niñas y niños está estrechamente vinculado a su desarrollo cognitivo y capacidad de aprendizaje. Un estado nutricional deficiente puede tener efectos adversos significativos, afectando no solo el rendimiento escolar, sino también la capacidad de respuesta frente a enfermedades, lo que incrementa la morbilidad y mortalidad en la infancia. Los problemas nutricionales en los primeros años de vida pueden tener consecuencias a largo plazo, elevando el riesgo de enfermedades crónicas como sobrepeso, obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares, y están asociados con menores logros educativos. A nivel internacional, el estado nutricional infantil se utiliza como un indicador clave para evaluar el desarrollo de los países. Este indicador formó parte de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y actualmente está incluido en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, destacando su importancia en la medición del progreso en salud y desarrollo social y económico.
La Encuesta 2023 proporciona información detallada sobre el estado nutricional de los menores de cinco años mediante tres indicadores internacionales: desnutrición crónica, desnutrición aguda y desnutrición global. Estos indicadores se calculan con base en el peso, talla, edad y sexo de los niños menores de cinco años.