“Si esta situación se mantiene más de 20 mil personas se pueden quedar sin trabajo”.
John González Chuchón, presidente de la Cámara de Comercio del Cusco.
EI turismo es una actividad muy sensible. Un día de paro no solo genera el perjuicio económico de la jornada, sino que tiene una repercusión hasta en los 30 días siguientes. Hace dos meses se iniciaron unas movilizaciones y paros injustificados que paralizaron a la región, generando perjuicio en los ingresos de todos los sectores económicos, siendo el turismo el más afectado ya que, por la continuidad de estos paros, se cancelaron reservas de paquetes turísticos para el mes de diciembre hasta en un 80% y la continuidad de los mismos en enero incrementó las cancelaciones, sobrepasando el 90% de las reservas y generando pérdidas de S/2,5 millones al día en la cadena del sector turismo, teniendo un acumulado en el mes de más de S/60 millones y, al mismo tiempo, el perjuicio de la imagen de Cusco como destino turístico.
Actualmente, este hecho ha generado el cierre de muchas MYPES cusqueñas dedicadas al turismo como los hoteles, restaurantes, guías de turismo, agencias de viajes, transporte turístico, artesanos y agricultores. Esto se ha traducido en el despido de trabajadores, el incremento del número de desempleados y la proyección de que, si está situación se mantiene, más de 20 mil personas se pueden quedar sin trabajo; es decir, habría 20 mil familias sin el sustento económico para cubrir sus necesidades básicas.
Por otro lado, los sectores vinculados a los sectores comercio, construcción, transporte de carga y pasajeros interprovincial, minería y combustibles también están sufriendo las consecuencias de estas paralizaciones al no poder transitar por las carreteras nacionales debido a los bloqueos de las carreteras por parte de grupos violentistas, quedando varados durante semanas enteras sin poder llegar a su destino, generando desabastecimiento de productos en Cusco.
Hoy este desabastecimiento se va haciendo más crítico ya que los mercados están vaciándose, así como la falta de combustibles para los vehículos y de gas para el consumo doméstico vienen trayendo como consecuencia el incremento de precios en todos los productos.
Cabe resaltar que más de un 60% de personas en Cusco percibe ingresos directa e indirectamente del turismo y que los turistas extranjeros que llegan al Perú en una gran cantidad lo hacen para conocer Machu Picchu por lo que, si se malogra el Cusco como destino turístico, se malogra el Perú como destino.
En esta situación, nos queda empezar un trabajo conjunto entre el sector y las entidades del gobierno, los ministerios de Cultura y de Comercio Exterior y Turismo, así como Promperú para trabajar en una campaña agresiva en el exterior promocionando nuevamente al Cusco y al Perú como destinos, mostrando las bondades que tenemos y cambiando la imagen negativa que hasta el momento se ha difundido.
Articulo publicado en el diario El Comercio.