La calidad y extensión de la infraestructura juegan un papel fundamental en la competitividad, el crecimiento económico y el bienestar social de las naciones, por esta razón, resulta crucial contar con infraestructuras de última generación, la experiencia a nivel global demuestra que una infraestructura más extensa y de mayor calidad aumenta las posibilidades de atraer inversiones productivas, generar empleo y elevar los ingresos de los ciudadanos, el desarrollo de la infraestructura contribuye a la prosperidad de las naciones y, al mismo tiempo, promueve la inclusión social, estos proyectos ayudan a cerrar las brechas de desigualdad que fragmentan a la población, los grupos sociales y las regiones.
A nivel Latinoamérica, Chile lidera el último ranking de infraestructura 2022 con 35.7 puntos y se ubica en el puesto 47, Brasil (puesto 53) cae 10.8 puntos en comparación con el año pasado, por su parte, Argentina (puesto 54) avanza dos posiciones. Le siguen Colombia (puesto 56), quien retrocede tres posiciones y cae 10.7 puntos; y México (puesto 58) que se mantiene en el puesto 58 y cae 10.5 puntos.
Perú sube una posición y pasa al puesto 59 con 18.5 debido a su bajo desempeño en los cinco factores:
- Infraestructura básica (puesto 54)
- Infraestructura tecnológica (puesto 61)
- Infraestructura científica (puesto 60)
- Salud y ambiente (puesto 54)
- Educación (puesto 54).
Desde el año 2008, Perú se ha encontrado en los últimos puestos, llegando a puntos cercanos a cero, desde 2016, se registra más de 20 puntos e iniciaba una tendencia positiva, pero en 2020 se comenzó a caer, desde el año pasado, el país se mantiene en el puesto 60.
A nivel nacional, Cusco volvió a liderar el ranking de competitividad turística departamental, seguido por Madre de Dios y Loreto, destacando en los pilares de infraestructura turística y de recursos naturales y culturales, ocupando los puestos 1 y 2 a nivel nacional.
Las inversiones ejecutadas y valorizadas en las infraestructuras supervisadas por el Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Uso Público (Ositran) alcanzaron los 247.6 millones de dólares entre enero y abril de este año, es decir, 27.9% más que en el mismo período del 2022, informó la entidad reguladora.
De acuerdo con un estudio elaborado por la gerencia de Supervisión y Fiscalización del Ositran, en el primer cuatrimestre del 2023, la infraestructura aeroportuaria incrementó sus inversiones al dinamizar 21.8 millones de dólares y los puertos alcanzaron los 127.7 millones de dólares, lo que significó 122.3% más que en el 2022.
Por su parte, refiere el estudio, la Sociedad Concesionaria Metro de Lima Línea 2 colocó 77.8 millones de dólares, 18.9% superior al período comparado; mientras que la inversión efectuada en carreteras cayó 70% y alcanzó un monto de 20.3 millones de dólares.
A pesar del estancamiento en infraestructura a nivel internacional en los últimos años, el gobierno y el sector privado han estado trabajando en una serie de proyectos e iniciativas para modernizar la infraestructura en diversas áreas, ejemplos claros son la construcción del puerto de Chancay o la modernización del Aeropuerto Jorge Chávez que permitirá un mayor flujo de entrada de turistas extranjeros al Perú.
Algunos factores claves a considerar son los factores endógenos, los conflictos sociales, inestabilidad política y la pandemia no han permitido lograr un avance en cuanto a la infraestructura en el país, a esto se le suma los problemas en el entorno internacional que han afectado a los proyectos previstos en el Perú, teniendo un impacto en significativo en varios sectores, especialmente el sector turístico.