El 96,8% de las mujeres rurales ocupadas se encuentran en la informalidad, eso significa 2,5 puntos porcentuales más que los hombres ocupados (94,3%) y 25,2 puntos porcentuales más, que las mujeres ocupadas del área urbana (71,6%).
El indicador de mujeres sin ingresos propios, refleja las barreras que enfrentan las mujeres para acceder a ingresos mediante actividades remuneradas en el mercado laboral, así como a la propiedad o al crédito, entre otros. En el año 2022, el 30,2% de las mujeres de 14 y más años de edad no tienen ingresos propios, siendo está proporción dos veces más que los hombres (13,1%). La brecha más significativa se presenta en las mujeres del área rural donde el 40,8% de ellas no tienen ingresos propios, mientras que, el caso de los hombres representa el 13,0%.
La población infantil y adolescente que trabaja se ubica principalmente en las áreas menos urbanizadas del país. En el área rural, el 55,6% de su población de 5 a 17 años de edad trabajan, mientras que en el área urbana el 12,8% realizan alguna actividad económica al menos una hora a la semana.