Desde el Centro de Estudios Empresariales de la Cámara de Comercio de Cusco, observamos con optimismo el crecimiento del sector de cacao en la región. En los últimos cinco años, la producción de cacao ha aumentado un 50.5 %, impulsada por mejoras en el rendimiento por hectárea y un incremento del 188 % en el precio chacra. Este escenario refleja una mayor competitividad y rentabilidad para los productores, quienes han sabido adaptarse a las exigencias del mercado con productos de alta calidad y prácticas sostenibles. Sin embargo, es crucial evaluar la sostenibilidad de este crecimiento, considerando factores como la variabilidad climática y la necesidad de diversificar mercados para garantizar estabilidad a largo plazo.
Las exportaciones han seguido una tendencia ascendente, con un aumento del 261 % en el valor FOB exportado, a pesar de una reducción del 29 % en el número de exportadores. Este fenómeno evidencia una consolidación del sector, donde menos actores han logrado mayor eficiencia y acceso a mercados premium. En particular, las exportaciones a la Unión Europea han crecido un 259 % y a Estados Unidos un 201 %, reflejando el interés por el cacao cusqueño en mercados de alto valor. No obstante, es fundamental diversificar las exportaciones y fortalecer alianzas estratégicas para reducir riesgos asociados a la concentración en pocos destinos comerciales.