La edad de la primera unión, ya sea convivencia o matrimonio, está estrechamente vinculada con el inicio de la vida sexual y reproductiva de las mujeres. Este factor influye significativamente en la fecundidad, ya que una unión temprana extiende el período de exposición al embarazo y aumenta el potencial reproductivo a lo largo de la vida. En condiciones sin uso de anticonceptivos, se ha estimado que la tasa de fecundidad natural puede alcanzar hasta 15 hijas o hijos por mujer si la unión ocurre al inicio de la menarquia y se mantiene durante toda la vida reproductiva. La prolongación de la soltería y el celibato, en contraste, tienden a reducir este potencial y contribuyen a la disminución de los niveles de fecundidad en una población. En 2023, la mediana de edad a la primera unión para mujeres de 25 a 49 años en el país fue de 22,0 años, sin grandes variaciones en los últimos cinco años. Esta edad ocurre aproximadamente 3,7 años después de la primera relación sexual, que es a los 18,3 años de edad.
Según el área de residencia, se observa que la mediana de edad a la primera unión es mayor en las mujeres residentes en áreas urbanas (22,6 años) en comparación con las de áreas rurales (19,5 años). Asimismo, en la región de la Selva, la mediana de edad a la primera unión es la más temprana (19,7 años) en comparación con otras regiones del país.