Según el último informe de la Contraloría General de la República (CGR), el departamento del Cusco, sin sorpresas manifiestas, es lamentablemente, la región a nivel nacional con la mayor cantidad de obras públicas paralizadas (412 obras). Siendo La Convención, Calca y Chumbivilcas, las provincias con mayores ineficiencias de gestión presupuestaria.
Pese a todos los avances que se han ido desarrollando en cuestión de desarrollo e implementación de sistemas informáticos para el adecuado control y monitoreo de las inversiones públicas, aún existen muchísimos problemas que atentan directamente contra el eficiente progreso de los diversos proyectos que, al día de hoy, se encuentran paralizados.
Es decepcionante que no existan capacidades tanto ejecutivas como normativas que permitan acelerar los proyectos que tanto necesita nuestra región. Colegios, hospitales, obras de infraestructura y de saneamiento, etc. son solo algunos de los más de 400 proyectos que al día de hoy se encuentran a la espera de ser concluidos, los mismos que a su vez, traen desazón a la población, quienes, decepcionados de los mismos políticos y gobernantes, no saben ya a quién recurrir para poder acceder a los mínimos niveles de desarrollo y crecimiento urbano y rural.
Dentro de las principales razones por las que todos estos proyectos de inversión se han visto afectados, se han considerado: 1. La falta de recursos financieros (aquí podríamos argüir que, si bien existen deficiencias presupuestarias, también existen regiones, como la nuestra, que obtienen cuantiosos ingresos o recursos por Canon, turismo, etc.), 2. Incumplimiento de contratos; 3. Discrepancias entre las principales autoridades y temas de eventos climáticos y 4. Controversias y arbitrajes.
Cusco lejos de ser la región modelo, dadas sus atribuciones geográficas e históricas, que retóricamente se usan para elevar nuestro “milenario pasado incaico” es hoy por hoy, una región atrasada en muchísimos aspectos, y nuestra población. Gestión por gestión, no deja de elegir a los mismos gobernantes quienes, como podemos apreciar, nos dejan en el primer peldaño de los departamentos con peor capacidad para la ejecución de los proyectos públicos.
Es menester, tanto de la población civil y de los gobernantes, implementar drásticas sanciones a todos aquellos que atenten contra el desarrollo de la región, dado que sí se cuenta con los recursos necesarios para poder implementar proyectos que mejoren la calidad de vida de los pobladores cusqueños. Sin embargo, este problema es tan sucesivo y recurrente que es imposible, al día de hoy encontrar salvoconductos que mejoren la capacidad de gasto y sobre todo, de ejecución de las autoridades competentes. Y si a esto le sumamos los once factores clave (Estabilidad Macroeconómica y Desarrollo Digital, Sistema de Justicia, Eficiencia del Sector Público, Infraestructura, Capital Humano y Competencias, Salud, Mercado Laboral, Logística, Ambiente de Negocios, y Ciencia, Tecnología e Innovación), considerados en el informe de competitividad 20221, elaborado por el Consejo Privado de Competitividad, entenderemos que a nuestra región le falta muchísimo por hacer y sobre todo, por concluir.
REFERENCIAS:
[1] https://www.compite.pe/publicacion/informe-de-competitividad-2022/